
Santa Revolución de las Rosas con espinas
No puedo negar que me hizo daño
que mi corazón huye de ti
has de ser como la mañana
del día
que te conocí
Jesús de la Rosa, Triana
Caminando hacia ti
con la vital intención
de palpar un sueño
como bebé ciego mordiendo
cálido pezón de blanca
leche mía
Volando liviano
al cielo bueno
que asoma clarito
en el horizonte limpio
y, mi hoja ancha
Creo recordar, que al
mirarte, mis ropas duras
cayeron, pétalos de leche
hermosa, hicimos el amor
Revolución, te llamabas
y, te celé, te defendí
de trasnoche, te viví
y, me saciaste, en busca
de la estrella
fugaz
Juntos esperamos el amanecer
y, el mar de hermanos
reflejó, nuestro sueño
en silencio reímos, y dormimos
poco
de tanto
toquetearnos
Florecida agua fresca
que ahora siento, rasguñan
y, huyen de ti...
Creo recordar, que verdes
coches, faro endemoniado
vino a golpear, verde casco
magulla nuestros sueños
en silencio fuimos, empapados
detenidos por un paco
paquito, como inspector de colegio
universitarios que todavía
te sentían así, Revolución
Me pregunto, si te ví
dudo que a veces
si alucino, nunca pudo
ser, en tanta luz, estallar
luchar y decir
poemas de amor
No puedo negar que me hizo daño
que mi corazón huye de ti
has de ser como la mañana
del día
que te conocí
1 comentario:
La verdad cada artista plasma en su obra el momento justo del periodo en el que habita.
Esta bueno el poema. Pasate por mi blog, jaja.
Nos vemos en el colegio.
Publicar un comentario