No soy yo, no es mi historia
soy un canto que continúa
que utiliza tierno la carne que me
mueve
No es mi patria, no es la tuya
es la canción que clama
desde un fondo aplastado
por duras venas que trepan
por los cubos alargados
sobrecargados de frenética sangre
peregrina
hormigas ciegas, gusanos petroleros
al pie de los paganos tótem sin ojos
lapidas habitadas, por enanos
la rueda, la viga, las cabezas
rodantes
las frentes hacia abajo
los mudos de mirar
los sordos de esperar
por nada
por nada
El bosque se fue
hizo huelga de celo
escapó libre,
se llevó a los ciervos, a las
ardillas
a los perros y a los toros
dejó a los niños
ya crecerán preparados
para drogarse a diario
respirando la anestesia alucinante
que les hace confundir:
las vitrinas con lagunas
las zapatillas con los pájaros,
las jaulas con jardines
el sebo con la miel
los garrotes con los perfumados pétalos
Aquí no huele a tierra mojada
cuando llueve.
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