Invierno de Santiago un milenio cualquiera
Ama a quien quieras con el corazón,
pero ámame, a mí solo, con tu cuerpo.
pero ámame, a mí solo, con tu cuerpo.
Nadie ama solamente un corazón:
un corazón no sirve sin un cuerpo.
un corazón no sirve sin un cuerpo.
José María Fonollosa
Mar de ginebra y niebla de alquitrán
lagunas, ríos de petróleo, asfalto y micro
partículas de carbono
directas a penetrar tu pulmón, tapando tus poros,
mojando tu nariz, enrojeciendo tus ojos.
apretándote el corazón.
Cuerpo humano flotando en gravedad que orbita
y pesa, pesa como una mirada.
como un palpitar
ajeno en tu palpitar
quiero darme cuenta cuando ya no me importe
abandonar
esta apariencia de inicios de milenio
calendarios y momentos fuera del tiempo en forma de
corazones
volando lejos del humo, palpando blancuras limpias
amplias y vitales
No hay comentarios:
Publicar un comentario