
Tu precisamente tu
carne viva de arrabales imaginado
todo lo que toco indignando lo muerto
floreciendo lo vivo
Carne, carne de presencia
roja, roja la boca de tus dientes esqueleto
y la clavada ansia de pasear certero
por la entraña amplia y calurosa
calor, calor del vientre sosegado.
La vida, la muerte
se revuelcan carnicero
ansioso de engullir
el aire sin materia
la temperatura sin peso
el amor sin cadena
la pasión desbocada
el infinito fornicable
de amores que matan.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario